Si crees que la moda es frívola, es porque no has visto un poco más allá. Empecemos por lo primero, centrarnos en el punto de partida. En el libro de la doctora Jennifer Baumgartner Eres lo que Vistes, afirma que “cada opción disponible en clóset es una decisión de nuestro subconsciente”, así que la próxima vez que te enfrentes a esa disyuntiva, no lo tomes a la ligera.
Hoy, en Andrea, a pocos días de celebrar el Día de San Valentín; te mostramos cómo lograr looks increíbles para que te sientas genial, sin importar que hayas amanecido con el pie izquierdo.
Que brillen tus inseguridades: ser una mujer chic es la forma de celebrar que no eres perfecta, pero sí que le sacas provecho a lo que el universo te dio. Un conjunto en onda rompe las barreras de tu zona de confort y te hace lucir fabulosa.
No hay nada malo con querer atraer las miradas: cuando sientas que debes llevar la falda magenta que tanto adoras y el invierno está en pleno apogeo… ¡hazlo! Ser la diva del momento seguro te elevará el termómetro del ego.
Toca el optimismo con un poco de altura: las mujeres AMAMOS los tacones, porque nos sirven para caminar un poco más coquetamente cuando pasas por el lado del chavo que te gusta o para decirle a tus amigas que estás dispuesta a una noche de diversión ¡sin decir una palabra!
Color y más color: dibuja emociones en tu cara con un poco de maquillaje. Si tienes gripa, usa un poco de rubor para verte saludable, labial para elevar tus labios y rímel para abrir tus ojos.
El mundo se verá diferente y te verán como quieres sentirte: ¡genial!