Arena, sol, mar y de vez en cuando un corazón son los elementos esenciales del verano. Además de pasarla bien es común que cuando estás en un plan de vacaciones se presente la oportunidad de conocer a alguien que venga a alegrar esos días.
No sabemos si amor es la palabra correcta para nombrarlo, pero seguramente sí será una atracción que logrará que no quieras soltarlo. Ilusiones vuelan por tu cabeza junto con las mariposas que revolotean por el estómago regalándote una increíble emoción.
Después de vivir momentos románticos e intensos a lado de esa persona que te hizo soñar y olvidar la rutina durante unos días es común que te preguntes, ¿y ahora qué sigue?
Sentías volar por el aire y de pronto llega ese sentimiento de vacío, de falta. Porque si bien sabías que podría ser algo temporal, tu mente y sobre todo el corazón en temas de amor siempre piden más.
Pero ¡alto!, ese no es el fin del mundo ni el de tu cuento de hadas porque la realidad es que hay que aprender a abrazar esos momentos que compartiste con esa persona especial y agradecer el simple hecho de haberlos tenido.
Piensa que fuiste muy afortunada de haber podido experimentar la alegría de las vacaciones junto a alguien que ayudó a que esos días fueran más interesantes, divertidos y ¿por qué no? Hasta románticos.
La verdad es que tu cuento se sigue escribiendo y los príncipes seguirán apareciendo. Date la oportunidad de conocer gente nueva ahora en tu ciudad y poder encontrar eso que la gente siempre está buscando, el poder ser protagonista de una historia de amor verdadero.
Aunque quién sabe, es posible que el próximo verano exista un reencuentro y el amor de verano pase a ser un amor del bueno. Pero ojo, nada está escrito y nada es definitivo, deja que la vida te sorprenda y no cierres las puertas del corazón y del alma porque lo bueno siempre llega cuando tú menos te lo esperas.
Así que ¿qué es lo que pasa después de un amor de verano? Llega el momento de abrir las puertas al amor verdadero. ¿Estás lista para recibirlo?